SENTIR.
La fotografía es el medio a través del cual todos podemos manifestar un estado de ánimo, un instante de satisfacción, expresarnos, dar a conocer una idea, un hecho, una noticia y… perpetuarla, detenerla en el tiempo.
La fotografía artística deja mayor libertad para la interpretación y la búsqueda de imágenes, es mas personal pero igual de satisfactoria, necesita de nuestra percepción, de nuestra sensibilidad para poder plasmar nuestros sentimientos, nuestra alegría, rebeldía, nostalgia, tristeza o felicidad… en una imagen.
Por ello , la cámara se convierte en pincel, guitarra, lápiz o violín y, en cada interpretación, deja lo mas bello de sí.
Quienes no somos pintores, músicos ni escritores, tenemos pues, en la fotografía, el medio propicio para poder comunicar nuestros sentimientos mas profundos.
La mayoría de nosotros estamos acostumbrados a mirar todo por reflejo, ya es un acto inconsciente, simplemente fijamos la vista, movemos los ojos y …¡ya! Estamos mirando.
Pero no vemos, no percibimos, solo miramos, no recogemos ni aislamos nada o solo lo hacemos muy rara vez.
Deberíamos intentar mirar detenidamente todo, tratando de aislar pequeñas cosas, detalles que escapan al buen observador, es decir, tratando de ver, de percibir y perpetuar ese instante…, aquello que captó nuestra atención.
Así pues, debemos aprender, mediante la percepción, a recoger pequeñas imágenes de todo lo que miramos, dejar que en nosotros actúen nuestros sentidos, exitarlos visualmente y resumir, perpetuar todo o un fragmento de lo observado.
Muchas de las cosas mas bellas nos rodean diariamente, las miramos y no las reconocemos, porque no las percibimos, no las sentimos, estamos tan acostumbrados a mirar con los ojos que nos hemos olvidado de percibir con los sentidos, de VER.
La percepción de una persona está íntimamente ligada a su sensibilidad y no, necesariamente a su capacidad de observación.
Cada uno tiene una visión única acerca del mundo que los rodea, su propia percepción y sensibilidad dan un toque personal a cada objeto, persona, animal, los visualizamos mas allá de la misma imagen o bien captamos sus mas simples detalles.
Un profundo conocimiento de nosotros mismos nos puede ayudar a ver el mundo que nos rodea de manera diferente, si nos aceptamos tal como somos, con nuestras virtudes y nuestros defectos, sean estos pocos o muchos, igualmente podremos aceptar a los demás tal como son y ello a su vez nos permitirá ver desde el interior y no como normalmente lo hacemos, siempre desde fuera.
“Una imagen vale mas que mil palabras” reza el dicho pero…también debemos comprender que “LO ESENCIAL ES INVISIBLE A LOS OJOS”.
Estoy seguro que al comprender esto muchos percibiremos infinidad de imágenes que siempre estuvieron ahí y que ahora se descubren ante nosotros.
Dentro de nosotros existe un pequeño templo con un modesto altar, lo que debemos hacer es limpiarlo e Iluminarlo todos los días, para que nuestro tiempo y orden internos armonicen con el tiempo y orden externos, así seguiremos existiendo en paz con nosotros y los demás.
Debe haber armonía en nuestro interior, nuestra mente y espíritu deben estar fusionados en uno solo para que haya paz y así, podamos exteriorizar esa paz y armonía.
En la parte del todo que nos corresponde vivir a cada persona como individuo, aportemos lo más esencial de nosotros para que, sumadas todas las partes, podamos decir que en verdad existimos tanto como piezas únicas o como una sola entidad, en armonía con el resto del universo.